Fenogreco/Fenugreek




El Fenogreco, Trigonella foenum-graecum, también conocido como alholva, es una planta pertenece a la familia de las leguminosas, nativa del sudeste asiático y del Mediterráneo. Crece de forma silvestre en todo el norte de África y es exportada por India, Pakistán, Líbano y Egipto.

Es en la India y en el norte y este de África donde está localizada la mayor producción y el mayor consumo, ya que está íntimamente ligado a sus respectivas gastronomías. A Europa llegó a partir de la Edad Media, aunque ya se utilizaba medicinalmente en la antigua Grecia y en Roma, además de formar parte de los bálsamos que se empleaban en la momificación y para hacer inciensos en Egipto.

Las semillas de fenogreco tienen un alto valor energético. Contienen  entre un 40% y un 60% de glúcidos y proteínas en un 20% o 30%, además es rico en fósforo.

En países asiáticos y en la India, es habitual consumir sus hojas y sus tallos frescos, incluso se cultivan brotes de fenogreco para añadir a ensaladas. Sus tallos tienen un ligero sabor a berros. Las hojas tienen un sabor aromático y ligeramente amargo. Se suelen esparcir sobre los platos a base de carne y pescado, poco antes de terminar de cocerlos.

Las semillas secas, se convierten en una especia muy aromática, con un sabor parecido al del apio con un ligero fondo dulzón y a la vez amargo. Es unos de los ingredientes que suele ir en las mezclas de especias, en la preparación de curries, como el de Ceilán o la pasta Masala Balti y utilizado también en salsas, chutneys, Dhal y arroces.

Los pescados blancos en papillote adquieren con esta especia, un gusto diferente y penetrante.