Apicius Spice Blend



Gracias a De Re Coquinaria, un libro de cocina del siglo IV, y probablemente de los primeros en esta especialidad, se ha podido obtener un retrato suficientemente razonable de la cocina que disfrutaba la elite privilegiada de Roma. 

Estos textos, son generalmente atribuidos a Marcus Gavius Apicius, el cual fue un gastrónomo romano del siglo I d. C., aunque la mayoría de los historiadores y eruditos, coinciden en que el manuscrito está lejos de ser la obra inicial.

Parece ser que el original, sufrió varios añadidos, fue recopilado y/o revisado por al menos otras dos personas, mucho después de su muerte. Apicius era conocido sobre todo por sus excentricidades y por poseer una enorme fortuna personal que dilapidó en su afán por hacerse con los más refinados alimentos, y/o elaborarlos en complicadas recetas.

Con la creación de este blend, inspirada en la cocina imperial romana, se ha tratado de reproducir, de la manera más fiel posible, los sabores que caracterizaron la época romana. Dado que los romanos no tenían azúcar, en su cocina a menudo utilizaban melaza de uva, vino cotto, fruta seca o miel, todos los ingredientes que complementan perfectamente los aromas vegetales de esta mezcla.

Esta fascinante combinación rústica de hierbas y especias va bien con platos agridulces y salsas a base de vino y vinagre. Excelente con carnes estofadas, vegetales al vapor y frutas y verduras a la parrilla.

Ingredientes:
3 Cs Semillas de mostaza, 2 Cs Semillas de apio, 2 Cs orégano, 2 Cs Romero, 1 Cs Pimienta larga, 1 Cs Jengibre molido, 1 Cs Comino, 1 Cs Semillas de hinojo, 1 Cp Alcaravea

Proceso:
Las cantidades de cada ingrediente son algo muy personal, aconsejo ajustar la mezcla según los gustos, teniendo en cuenta la presencia de todos los ingredientes en la textura y aromas.

Es importante eliminar cualquier rastro de humedad en granos y semillas.
Tostar y saltear en una sartén por un breve espacio de tiempo, (2/5 min.). De este modo conseguiremos potenciar los aromas y sabores de la mezcla.
Dejar enfriar unos pocos minutos.
Majar en mortero de piedra o moler con molinillo manual.

Mantener a ser posible en lugar fresco, seco y oscuro.