Café Verde/Green Coffee
Acerca del Café
La planta del Café o Cafetos, Coffea, es un arbusto perenne con frutos de color
rojo que proviene de los países árabes y, a excepción de la España musulmana,
fue descubierta por los europeos en el siglo XVII. Su popularidad aumentó
rápidamente, y las plantaciones de café se extendieron activamente en muchas
colonias tropicales.
La producción de Café está localizada en
los países comprendidos entre el trópico de Cáncer y Capricornio, es decir,
países de América Central y del Sur, India, Indonesia, Filipinas, Hawái y
África.
Hay muchos tipos de plantas o especies,
pero hay dos que tienen especial importancia en el mercado mundial, Coffea Arabica
y Robusta.
Por el sabor se pueden distinguir
fácilmente. Los Cafés Arábiga, son suaves, aromáticos y afrutados. Los Cafés
Robusta, por el contrario, son más amargos, ásperos y menos aromáticos.
Cada una de las bayas de la planta del café
tiene dos semillas gemelas y éstas, una vez recogidas, son los granos de café,
conocidos antes de su proceso de tostado como Café Verde. Los granos de café de calidad superior, Arábiga, se
tostarían, y se comercializarían, ya sea enteros o molidos. Las variedades
menos delicadas, Robusta, se utilizarían para la elaboración de café
instantáneo.
El Café Verde
como especia en gastronomía
El café tostado es usado en cocina por el
aporte de sabores, dependiendo de su origen y/o del grado de tueste, a frutos
secos, limón, vainilla, miel, chocolate, etc. además de por sus tonos
torrefactos, pero...¿A qué sabe el Café Verde? ¿Qué aporta a los Platos?
El grano de café verde sabe a hierba fresca recién cortada, a heno, a
rocío. En infusión, el café verde desprende aromas vegetales con similitudes a
patata, espárrago blanco, alcachofa, habas, guisantes o pimiento verde.
Especias y aromáticas como la menta o el clavo, también están presentes. Esto
hace que, al combinar el café verde con esos vegetales, entre otros, se
potencien sus sabores.
Haciendo un caldo con café verde y cociendo
después verduras en éste, o usándolo para un guiso, impregnaremos estos platos
de unos sabores que nos serán muy familiares, aunque nos cueste asociarlos en un principio.
Un caldo de café verde, debidamente
reducido y ligado, se convertirá en un aliño que encajará perfectamente con
platos de carne, huevos, pescados y mariscos.
Con hongos y cerveza negra, conseguiremos
una salsa o hilo conductor para platos de caza que difícilmente podremos
olvidar.
Intentemos una infusión de café verde y azafrán, y con ésta bien
reducida y un aceite afrutado tipo Arbequina, montemos un all i oli. Wow!!
Aceites y mantequillas aromatizadas,
gelées, platos dulces y helados, en combinación con otras especias y/o
aromáticas. Las aplicaciones del café verde, experimentando un poco y con dosis
de imaginación, pueden llegar a ser sorprendentes.
No debemos pasar por alto una de las
grandes ventajas del café, sus propiedades antioxidantes. Tiene 20 calorías por
cada 100 gr, e incluye potasio, magnesio y calcio, además de alguna vitamina.