Olivas Negras Secas/Dried Black Olives



La Oliva o Aceituna es el fruto del olivo, Olea europaea. La planta procede de Grecia y Asia Menor, donde todavía pueden encontrarse bosques de olivos silvestres o acebuches. Existe una evidencia basada en fósiles que indican que el olivo tuvo su origen durante el Oligoceno, de 20 a 40 millones de años atrás, en la Cuenca del Mediterráneo oriental e Italia. Su cultivo, por otra parte, tuvo su origen hace unos 7.000 años en estas mismas regiones.


Así mismo, la aceituna comestible parece haber coexistido con los seres humanos desde la Edad de Bronce temprana, 3.150 a 1.200 a. C. En España se han descubierto huesos de aceituna en sedimentos Neolíticos - principios de la Edad del Cobre.

En España se cultivan más de 260 variedades de aceitunas, y cada una de estas tienen sabores y aromas claramente diferenciados. La variedad sápida es extensa, y el grado de maduración no hace sino acentuar esta miríada de sabores. Estamos ante un rico patrimonio que nos ofrece unas inmensas posibilidades en la cocina.

Veamos algunas de estas variedades.
Las peculiaridades tanto de aroma como de sabor abajo descritas, se corresponden a catas hechas con aceites de oliva. Luego no nos será difícil imaginar el alto potencial que tienen estas joyas en lo que a aderezo se refiere.


Arbequina: Casi no se perciben sabores amargos o picantes. Presenta un aroma frutado de aceituna, manzana, plátano y almendra.
Cornicabra: Muy aromática, con frutado de aceituna y otras frutas entre las que destaca la manzana. En boca se aprecian notas herbáceas de hoja de olivo, con un ligero sabor amargo.
Picudo: Muy aromática. Se caracteriza por su sabor frutado verde con notas de manzana verde y hoja de olivo.
Royal: Dulces y muy frutados, predominan las notas a higuera.
Lechín de Sevilla: Equilibrio entre los tonos verdes, picor y amargor. Muy frutados.
Blanqueta: Destacan por su alto frutado, intenso picante e importante amargor.
Lechín de Granada: Característico sabor dulce.
Morisca: Dulces muy frutados.
Alfafara: El amargor y el picante se muestran en perfecto equilibrio. En nariz destaca por las notas a plátano y tomate maduro.
Verdial de Badajoz: Frutado medio-alto. Destaca en boca por los tonos a almendra y frutas maduras. Amargo ligero y un picor más marcado. Ligeramente dulce.
Manzanilla de Sevilla: Frutado medio, con picante y amargo ligeros. Aromas a hierba, almendra e higuera.
Verdial de Huévar: Muy frutados y de picor y amargor intensos. Tonos verdes, con un claro sabor a almendra verde e higuera.
Hojiblanca: Característico sabor y aroma a hierba recién cortada, alcachofa y plantas aromáticas. Es dulce, con un amargor ligero y un picor final muy localizado en la boca.
Picual: Frutado de aceituna verde, sabor a hoja de olivo. Un ligero picor y amargor.
Empeltre: Dulce, de amargor y picor ligero y un alto frutado. Se aprecia con claridad el sabor de la manzana verde y de la almendra.
Sevillenca: Muy frutados, poco amargos y con un picante apreciable. Priman en su sabor las notas de manzana verde y plátano.
Aloreña: Aroma en el que predomina la fruta verde y la hierba.
Farga: Sabor intenso, con notas que recuerdan a la almendra y la nuez.
Manzanilla Cacereña: Equilibrio entre el picante, amargo y dulce. Altos matices a hierba recién cortada. Frutado a manzana verde, macedonia y tomatera.
Verdial de Vélez-Málaga: Extra suave, algo picante y un frutado alto. Destaca por su sabor a frutas maduras.
Morrut: Muy frutados, picor apreciable y ligero amargor. Predominan los sabores a almendra y manzana verde.
Changlot Real: Muy frutados, picante intenso y amargo más matizado. Notas de verde y la presencia de tonos a manzana, madera y almendra.
Castellana: Frutado y muy aromático, con un picor característico. Notas verdes de hierba y hoja, así como a plátano.
Villalonga: Frutado intenso, con un picor y amargo ligero. Destaca también por las notas a hierba recién cortada, almendra y manzana.


El color de las aceitunas depende de la etapa de maduración en la que se recogen.  En el caso de las verdes, se recogen del olivo aún inmaduras cuando alcanzan un tamaño normal. Si se las deja madurar, comienzan a oscurecerse adoptando tonos violáceos, castaños y rojizos hasta llegar a la plena maduración, en la que se tornan de color negro.

Las olivas desecadas o pasas, son aceitunas recogidas maduras que colocadas en esteras se dejan expuestas al sol hasta que desaparezca el agua, y con ésta, también el amargor. Es razonable entonces que para este fin se utilicen aceitunas negras, las cuales, dado su grado de madurez, tienen una menor cantidad de agua disponible. De ahí también de debe el título de este post.


Tras toda esta información, es fácil ver el amplio abanico de aplicaciones culinarias que puede tener este maravilloso producto.

En aliños, majados, tapenade, guarniciones, guisos, pasta y arroces, podemos transmitir la complejidad sápida de estos frutos.

Totalmente secas y reducidas a polvo, pueden formar parte de blends de especias, aromas para sal, aceites, etc.