Paprika
La Paprika,
es el resultado final, convertido en polvo, de secar y moler ciertas variedades
de pimientos, Capsicum annum, cultivados en Hungría. Estos tipos de pimientos
son autóctonos de la propia región, y sus colores pueden ir del anaranjado, al
rosado y al rojo intenso.
La planta del pimiento es originaria de
Sudamérica y América Central y realmente no se sabe con certeza como llegó a
este país. Lo que sí se sabe, es que ya aparece en anotaciones del siglo XVI,
aunque en esta época los húngaros la utilizaban únicamente como planta
decorativa.
También, según algunos manuscritos
antiguos, existe la superstición de que la “paparka”, ahuyenta a los vampiros. A
día de hoy, es el símbolo de la Cuenca de los Cárpatos, del pueblo húngaro y de
su cultura gastronómica.
Hablar de Paprika en España no es asunto
baladí, ya que contamos con unas variedades de Pimentón, léase De la Vera o De
Murcia, que en mi opinión están por encima de todos los productos resultantes de
moler pimientos secos.
Dicho esto, intentaré arrojar un poco de
luz acerca de este, sin duda, fantástico ingrediente, ya que mucha gente asocia
la Paprika con el Pimentón, por
defecto, y no tienen nada que ver, exceptuando el hecho de que ambos proceden
de pimientos.
Diferencias a tener en cuenta son:
El pimentón de la Vera tiene un aroma ahumado,
debido que los pimientos son secados al humo con leña de roble, y la Paprika no.
El pimentón de Murcia se elabora con
pimientos de variedad “bola”, los cuales tienen un color y aroma distinto a las
variedades largas, con los que se elabora la Paprika.
Volviendo a la Paprika, las regiones de mayor producción son Szeged y Kalocsa, ambas en
el sur de Hungría y con denominación de origen. Allí es donde se recolecta, y
se procesa, dejándola secar para después molerla hasta convertirla en polvo. Esta es la presentación más habitual tanto de consumo, como de exportación al
resto del mundo.
La podemos encontrar dulce o picante, su aroma
y sabor son singulares, tiene un bonito color rojo anaranjado, y un alto
contenido en vitaminas A y C.
En Hungría, la paprika es más que un simple
condimento, está presente en su día a día, en sus ferias y mercados, les acompaña
en viajes y aventuras. Es el souvenir que se ofrece a amigos e invitados. ¿A
qué nos suena esto?
Los usos de este preciado condimento son
múltiples. Guisos, estofados, pescados, carne y mariscos, adquieren un aire
especial al añadir un poco de Paprika. Con verduras y legumbres, para
aromatizar aceites, en marinadas, adobos o rubs, etc.
Como con el pimentón, especialmente si se añade
directamente sobre aceite, debe tenerse la precaución de incorporar la Paprika
con la cazuela o sartén apartada del fuego. De lo contrario los azúcares que
contiene se quemarán, afectarán al color y al sabor, tornándose oscuro y
amargo.