Ginseng


El Ginseng, Panax ginseng, es una planta originaria de las zonas frías de Norte América, México, Canadá y Asia Oriental, principalmente el norte de China, Corea y Siberia.

Ginseng, con cuyo nombre se denomina a numerosas especies vegetales del género Panax, es una de las plantas más conocidas y tradicionales de la antigua medicina China. Usada desde hace más de 4.000 años, era considerada símbolo de divina harmonía, vigorizante sexual, planta rejuvenecedora, e innumerables beneficios más, algunos casi mágicos, para la salud. De hecho, formó parte del intercambio de mercancías junto con la seda, en las antiguas exportaciones de este país.

Según diversos estudios, la raíz del ginseng contiene: proteínas, vitaminas B2, B3, B7, E y C. También rico en aminoácidos esenciales y minerales. Cuanto mayor es la edad de la planta, mayor concentración de estos elementos contiene, por eso el ginseng se cotiza más, cuanto más viejo sea.

Las aplicaciones del ginseng, terapéuticas y vigorizantes, a estas alturas a nadie le sorprenderán, pero se han extendiendo fuera del mero uso como planta cuasi taumatúrgica, siendo en la actualidad la base de numerosas bebidas, refrescos o preparados alimenticios.

La raíz de Ginseng se vende seca, entera o picada, en herbolarios, tiendas de productos asiáticos o establecimientos de salud alternativos.

Pero... ¿A qué sabe el ginseng? Lo primero que se siente al poner una pequeña parte de la raíz en la boca es un sabor amargo, pero no muy intenso. Ese amargor permanece todo el tiempo, pero también afloran tonos dulces, no igual a la zanahoria, pero si algo parecido a una mezcla entre ésta y la chirivía. Función de gustos.

En países asiáticos como Corea se consume de varias formas. Como ingrediente en cocina existen muchas recetas, como por ejemplo el Samgyetang, una sopa de pollo especiada a la que se añaden trozos de la raíz de ginseng cruda. No es el ingrediente principal de estos platos, si no que se usa para dar un toque del sabor característico.

El famoso ginseng rojo coreano, no es más que la raíz de ginseng cocida. Normalmente se prepara al vapor, según la tradición, cociéndola nueve veces, y dejándola secar posteriormente, si puede ser en un lugar soleado y ventoso, mejor. Después de esto la raíz adquiere una tonalidad rojiza, en contraste al color crema de la raíz cruda. Es común encontrar trozos de la raíz cocida, mezclados con miel, y vendidos como souvenir.

Otra forma de consumo son las bebidas alcohólicas, tipo espirituoso. Es habitual ver en las tiendas unos grandes recipientes de cristal con raíces de ginseng sumergidas en un líquido alcohólico, por lo general Soju, el cual, una vez envejecido varios años con las raíces, es una bebida muy cotizada.

Aunque pueda parecer extraño, hay una verdadera colección de recetas con esta raíz. Guisos, estofados con carnes de venado y ciervo, taboules y ensaladas, quesos o rallado y aliñado, a modo de dip, y servido con pan de pita, son algunas de éstas.

En este artículo de The Daily Meal ®, se pueden encontrar unas cuantas ideas.

Además, el ginseng se utiliza para elaborar harina, té de ginseng, batidos, snacks, gelatinas, galletas, dulces, chocolatinas, caramelos, y un largo etcétera.

Como punto final, solo abogar al sentido común, ya que también es sobradamente conocido que el abuso de esta “fantástica” raíz, puede tener efectos negativos en el organismo.