Pimienta Negra/Black Pepper




La Pimienta Negra, Piper nigrum, es una especie de vid cuyo fruto se cosecha y se seca para usarlo como condimento. Contiene una sola semilla que cambia de verde a rojo oscuro o negro cuando está completamente maduro.

La pimienta se originó en India, pero las plantaciones más importantes se establecieron más tarde en Indonesia por intereses comerciarles con los holandeses. Ahora se cultiva también en Brasil y otras regiones tropicales como Vietnam.

La pimienta negra nunca ha sido popular en Indonesia pese a cultivarse allí, pero se ha utilizado durante mucho tiempo en la India y en zonas del sudeste asiático, especialmente antes de que los chiles fueran traídos de Sudamérica. En Europa ha sido la especia más importante desde el Imperio Romano y fue extremadamente costosa hasta el siglo XVIII debido a monopolios comerciales.

Kerala, un estado en la costa Malabar de la India, al igual que la montañosa isla de Sumatra, en Indonesia, han estado cultivando algunos de los granos de pimienta mejores del mundo durante cientos de años. Estos granos de pimienta se cultivan con altos estándares orgánicos para obtener un sabor inigualablemente puro, potente y fresco.

Los granos de pimienta negra de calidad, son bayas que se recogen justo antes de que estén maduros, se secan al sol, con la piel exterior verde y la carne todavía rodeando la semilla y luego se esterilizan con vapor para conservar los aceites fuertes y aromáticos.

Cuanto más cerca de madurar esté el grano en el momento de la cosecha, mejor es el producto, pero mayor es el riesgo, por lo que supone también un coste mayor. Tienen un picor intenso con toques cítricos, leñosos y florales, notas fragantes de pino y un acabado terroso.

Las variedades de Pimienta Negra con más prestigio, y las mejor valoradas en cuanto a calidad del grano, y propiedades organolépticas, son: Tellicherry y Lampong.

La pimienta negra se puede agregar a casi cualquier plato que se pueda imaginar, también en algunas elaboraciones dulces para darles más sabor y un toque peculiar.

Se puede añadir a sopas, caldos, salsas, adobos y guisos. En elaboraciones cárnicas, aderezos para ensaladas, tortillas, purés y platos con queso y huevo. También se utiliza con todo tipo de carnes, volatería, pescados y mariscos de temporada.

Además, se puede incluir en recetas de bizcochos, pasteles y galletas. Unas vueltas de pimienta sobre las fresas o a la piña, las futas de bosque y/o las tropicales, elevará los sabores propios de las frutas a otro nivel definitivamente más sabroso.