Pimienta Rosa/Pink Pepper
La Pimienta
Rosa, es el fruto del turbinto o aroeira, Schinus terebinthifolius, un
arbusto o pequeño árbol originario de Sudamérica, Argentina, Paraguay y Brasil.
Se encuentra también en las regiones tropicales y subtropicales de Estados
Unidos, en África y en el oeste de India. En Florida y Hawái se le considera
una plaga, debido a su rápida propagación.
Hay otra variedad de este árbol, el falso
pimentero, Schinus molle, que es autóctona de Perú. Esta especia también puede
encontrarse con el nombre de “Pimienta Bourbon”, en este caso cultivada en Isla
Reunión, que es de donde proceden buena parte de las bayas rosas consumidas en
Europa.
Son las mujeres malgaches quienes las
seleccionan con sus manos expertas. Solo son escogidas las bayas rojas y maduras
por su fuerza aromática.
La
pimienta rosa no
está emparentada con la pimienta común, (Piper nigrum), pero comparten la
típica forma redondeada, cierto aroma y un poco su picor. Tiene un bonito color
carmín, un aroma alcanforado y un sabor ligeramente picante y cítrico, con
notas resinosas a pino, madera y bayas de enebro, además de un toque dulzón muy
interesante. Su textura es más blanda y suave que la pimienta normal.
Su uso en gastronomía, además de por su
innegable atractivo visual, es muy variado. Se recomienda su uso en platos
ligeros de pescado y marisco, con carnes y vegetales, fantástica con los
espárragos emparrillados. En vinagretas, marinadas y aliños para ensaladas,
aporta esa divertida mezcla de sabores, amén de una nota de color.
En salsas blancas o emulsionadas, en
papillotes, o con foie poêle, es una delicia degustar su sabor y disfrutar de
su textura crujiente. Al ser fácilmente, digamos, masticable, en una buena
especia de contraste para añadir a guisos de trigo, dhal, chutneys y otros
maravillosos guisos exóticos, al final de la elaboración.
Se puede encontrar en mezclas de pimientas,
en diversas combinaciones de coctelería, o té e infusiones.
Los Incas, parece ser que la usaban como
aromatizador natural de una bebida que hoy podríamos emparentar con la cerveza.
De hecho, algunos fabricantes artesanos de ésta la emplean como aditivo.
Como curiosidad valga decir que estas bayas
también son usadas en perfumería.