Romero/Rosemary



El Romero, Rosmarinus officinalis, es una hierba leñosa y perenne con hojas fragantes, cuyo hábitat natural es la región mediterránea. También se ha naturalizado en las Azores, Islas Canarias, Madeira, Bulgaria, Ucrania y Crimea. Crece en zonas de litoral y de montaña baja, hasta 1.500 m.

El nombre latino del romero, deriva de las palabras “ros”, que significa “rocío” y “marinus·”, que significa “mar”, Rosmarinus, “rocío del mar”. No se tienen muchos datos acerca del porqué del nombre, pero probablemente se refiere a sus flores de color azul pálido y al hecho de que a menudo crece cerca del mar.

A lo largo de la historia y la literatura, el Romero ha estado asociado con una variedad de cualidades y virtudes, e inspirado multitud de poesías. En la mitología antigua, Minerva y las nueve musas, o la Diosa romana de la sabiduría, a menudo se representan con romero en sus manos. Ha sido llevado por las parejas de novios como un signo de amor y fidelidad, además de ser también un símbolo de amistad y lealtad.

A través de las edades del hombre, esta hierba aromática se ha relacionado con la memoria y el recuerdo. En la antigüedad, a menudo se arrojaba una ramita al ataúd para garantizar que el difunto no fuera olvidado. En la Edad Media, era común mantener algunas ramitas debajo de la almohada para ahuyentar los malos sueños.  Además de este largo y colorido legado, el romero ha sido un ingrediente importante de la cocina mediterránea durante siglos.

Tiene un aroma distintivo, con notas a pino y un sabor amargo y astringente, que complementa gratamente los platos con los que se utilice.

El Romero es una de las cinco hierbas que componen el bouquet garni, el archiconocido atadillo de hierbas frescas que se usa en caldos y estofados. Se emplea como aderezo en guisos y arroces. Con pollo y otras aves de corral, con caza, cordero o cerdo. También con pescado, especialmente pescado azul.

Va bien con legumbres, champiñones, cebollas, tomates, patatas y espinacas. Otro uso notable del romero, bien solo o con otras hierbas, es aromatizar el aceite de oliva, mantequillas de hierbas, o vinagres. Finalmente, el romero es excelente con todo tipo de carnes y pescados asados a la parrilla. 

Si se quieren asar a la parrilla carnes como cordero o cerdo, es una buena idea marinarla previamente con un rub formado por romero, salvia, hojas de laurel, tomillo, pimienta y aceite de oliva.

Otra idea fenomenal es espolvorear hojas y ramas de romero directamente sobre los carbones incandescentes de la parrilla. El maravilloso aroma de la hierba cuando se quema, similar a la mostaza, con la fragancia adicional de la madera al arder, impregnará todo lo que se esté cocinando.

Una nota importante acerca del uso del romero es que, a diferencia de muchas otras hierbas aromáticas, ésta no pierde su sabor por la cocción prolongada, por lo que es recomendable usarla con mesura, de lo contrario, quizás predomine más de lo deseado pudiendo echar a perder la elaboración.