Chalota Fresca y Seca/Fresh & Dried Shallot

 

Chalota, Allium ascalonicum, chalote, echalote o escalonia, es una planta herbácea comestible que pertenece a la familia de las aliáceas.

Las chalotas son pequeñas cebollas de color marrón dorado o púrpura, originarias de Asia Central, más específicamente de las regiones que comprenden el actual Irán, Afganistán y algunas otras partes de Asia Menor.

Se ha cultivado y utilizado en la gastronomía mundial desde tiempos antiguos debido a sus características culinarias, ya que su sabor es más fino y menos picante que el de otras especies de Allium, como la cebolla común.

Hay varios tipos de chalota, con matices en su sabor, por ejemplo:

La chalota rosa. Tiene un sabor más fuerte que la marrón y es popular en la cocina francesa.

La chalota gris. Es parecida a la rosa, pero tiene un sabor muy fino y suave, por lo que pueden comerse crudas y cocinadas.

La chalota banana. Es la más grande, tiene forma de torpedo alargado y un sabor suave.

La chalota roja tailandesa. Es ampliamente usada en la cocina de este país y del sudeste asiático.

Aunque es frecuente pensar que la chalota y la cebolla francesa son lo mismo, la chalota suele tener una forma ovalada y puede ser de color púrpura, rojizo o dorado, con un interior a menudo violáceo, mientras que la cebolla francesa es típicamente redonda y puede ser blanca, amarilla o roja.

Respecto al tamaño, las chalotas suelen ser más pequeñas que las cebollas francesas.

En relación a su sabor, la chalota tiene un sabor más delicado y dulce, con un ligero toque picante cuando se come cruda, que se suaviza al cocinarla., mientras que la cebolla francesa, especialmente la amarilla, tiene un sabor más fuerte y picante, que puede ser más intenso al cortarla.

Las chalotas tienen unas propiedades nutricionales muy similares a los otros componentes de la familia, son ricas en flavonoides y polifenólicos y también tienen fibra dietética, vitamina C, A, B6, ácido fólico, potasio, calcio, fósforo o manganeso.

Las bondades de este maravilloso producto consumido fresco, tanto a nivel de sabor, como aromático, son inmensas, formando parte de innumerables guisos, salteados o Curry Paste, pero, si se deshidrata, pasa a formar parte de otra esfera en cuanto a sazón se refiere.

Al prescindir del agua de vegetación, se potencian las notas dulces de la cebolla, los matices de ajo, y se adquiere una interesante profundidad umami.

Se pueden comprar ya desecadas, pero, no es muy complicado hacerlo en casa, preservando así el sabor mucho más tiempo.

Cómo deshidratar chalotas?

  1. Cortar la raíz de las chalotas.
  2. Retirar las pieles de los bulbos de las chalotas, separando los bulbos si hay más de uno.
  3. Cortarlas en aros o rodajas. Las rodajas pueden estar en capas y se pueden separar fácilmente, pero se secarán bien sin hacerlo.
  4. Extender en bandejas de deshidratador forradas con papel de horno.
  5. Secar a baja temperatura, entre 40º/45º, volteando de vez en cuando hasta que estén secas y crujientes.
  6. Retirar y almacenar en un recipiente estanco.

Si se mantienen en un lugar fresco y seco, se conservarán durante bastante tiempo.

Las chalotas deshidratadas pueden incluirse fácilmente en la mayoría de los platos, ya que la elaboración en cuestión, proporcionará la suficiente humedad para reconstituir las chalotas, y así diseminen éstas su maravilloso sabor.

Las chalotas secas se incorporan al pan horneado, se desmenuzan y espolvorean o se mezclan con pollo, pescado, tortillas, pasta, arroz, ensaladas, aliños para ensaladas, salsas, sopas, filetes y platos de verduras.

En escamas o molidas, forman parte de algunos blends de especias, donde son imprescindibles, sales aromatizadas y demás condimentos donde deseemos incluir su sutil sabor.