Tamarillo/Tree Tomato
También se le conoce como tomate de
árbol, tomate andino, chilto, rambheda, rukh tamatar o terong belanda, entre
otros nombres, debido a que es un producto popular y consumido en muchos países.
El tamarillo es originario de las zonas
andinas de Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Argentina y Bolivia, aunque hoy en
día se cultiva en zonas subtropicales de todo el mundo, desde Etiopía, Burundi
o Kenia, hasta Nepal, Bután o India, también Nueva Zelanda, Sri Lanka y Estados
Unidos.
Este árbol, que puede llegar a los cinco metros
de altura, produce un fruto ovalado, de colores vibrantes que pueden ir desde el
amarillo al rojo intenso, pasando por un llamativo naranja.
El interior de esta fruta es una carne
jugosa, con pequeñas semillas oscuras, si el tamarillo es rojo, o claras, en caso de ser amarillo o naranja, y un sabor agridulce, con matices
afrutados que recuerdan al tomate, pero con notas tropicales que algunos
describen como de guayaba o maracuyá. Hay quien percibe toques de melón, fresas
o bayas, y una especie de umami muy sutil.
Su aroma es característico y no siempre del
agrado de todos, con matices resinosos, y notas que pueden variar entre el
queso o frutas tropicales, según las fuentes que se consulten.
El tamarillo es considerado por muchos un
superalimento, ya que tiene un alto porcentaje de vitaminas A, C y E, hierro y potasio,
además de antioxidantes como antocianinas o carotenoides y fibra dietética.
Estos nutrientes se dice que contribuyen
a la salud cardiovascular, refuerzan el sistema inmunitario, mejoran la salud
digestiva y poseen propiedades antioxidantes que protegen las células.
Debido a su versatilidad, el Tamarillo, puede ser disfrutado tanto fresco como cocinado, bien sea en platos dulces como salados, en ensaladas, salsas o chutneys, mermeladas, tartas, crumbles y helados.
Semi-deshidratados, se pueden conservar
en un tarro con aceite y/o especias, para tenerlo disponible en cualquier
momento.
Desecado puede utilizarse como
ingrediente culinario y especia, tanto en sopas instantáneas o como aditivo
alimentario en nuevos alimentos
El polvo elaborado a partir de tamarillos
secos y molidos, conserva muchos de los sabores y compuestos beneficiosos de la
fruta, ofreciendo notas ácidas, dulces e incluso ligeramente amargas o
astringentes.
En mezclas de especias, blends o
marinadas, así como contrapunto ácido en curries o batidos, su sabor y aroma
únicos aportarán frescura, profundidad y capas de complejidad difícilmente obtenidos
con otros tipos de condimento, convirtiéndolo así en un ingrediente intrigante
para quienes buscan sabores exóticos y distintivos en sus comidas, y conseguir una
experiencia sensorial rica y evolutiva.