Sal de Vinagre de Vino Tinto/ Red Wine Vinegar Salt


Utilizar sal infusionada con vinagre de vino tinto en la cocina permite añadir el sabor ácido del vinagre, sin el líquido, en una gran variedad de platos.

Aunque esta receta es bastante sencilla, se puede añadir cáscaras de cítricos, hierbas aromáticas o incluso experimentar con distintos vinagres.

Yo utilizo mucho el Vinagre negro balsámico Zhenjiang o Chinkiang, que es un vinagre negro a base de arroz muy utilizado en la cocina china, con un profundo sabor. Esta opción también es a tener en cuenta.

Esta sal puede utilizarse como aliño seco para carnes y pescados.

Incorporada en rubs y mezclas de especias.

Como sal de acabado en cualquier plato, en Crudités de verduras picadas, ensaladas, etc.

Sobre productos horneados con chocolate o que lo contengan, como Moles, etc.

Ingredientes:

3 tazas Vinagre de vino tinto

1 ½ tazas Sal de Maras, o Sal marina gruesa

Proceso:

  • Poner la sal en un bowl y verter el vinagre de vino tinto por encima. Dejarlo reposar durante al menos 1 hora.
  • Llegando al final del tiempo de espera, precalentar el horno a 140° C, en modo ventilador.
  • Cuando haya pasado la hora, poner en un colador un paño de cocina limpio o una gasa y usarlo para escurrir la sal.
  • Escurrir los posibles restos de vinagre durante 15 min.
  • Colocar la sal en una bandeja de horno ancha cubierta con papel sulfurizado, y repartirla uniformemente por toda la superficie de la bandeja con una espátula.
  • Si se quiere añadir algún tipo de hierba fresca picada, este es el momento
  • Hornear en modo ventilador a 140° C durante 45 minutos. Es importante que la sal aromatizada quede bien seca. Si al final todavía está un poco húmeda, hornear otros 10 min., o el tiempo que sea necesario.
  • Retirar del horno y dejarla reposar a temperatura ambiente hasta que no queden restos de calor y/o humedad.
  • Colocar la sal en un tarro esterilizado o en un recipiente hermético.

En caso de no disponer de horno.

  • Llevar el vinagre a ebullición en un cazo a fuego medio-alto.
  • Bajar la temperatura a fuego lento y cocinar hasta que el líquido se haya reducido a 1 o 2 cucharadas.
  • Por cada cucharada de líquido que haya, hay que añadir 1 taza de sal.
  • Remover la sal y, si el líquido no se ha absorbido, añadir ½ taza más y volver a remover.
  • Esparcir la sal en una bandeja de horno forrada y dejarla fuera toda la noche para que se seque.
  • Poner la sal dentro de un tarro esterilizado o recipiente hermético.