Tikka Masala
Lo irónico del Tikka Masala Spice Mix, y el primer plato
que se hizo con esta mezcla de especias, es que suele ser un tema muy discutido
y fuente de polémica para muchos. Algunos dicen que tiene profundas raíces en
la India, mientras que otros creen que es una versión británica del curry.
Otros muchos se obsesionan con el hecho de que nació en Glasgow, Escocia.
Según la leyenda urbana, en una noche de tormenta en
Glasgow, un conductor de autobús fuera de servicio paró en un restaurante indio
conocido como Shish Mahal a comer un plato de pollo al curry. El chef, Ali
Ahmed Aslam, le sirvió su ración, pero el conductor se quejó de que estaba
demasiado seco.
Ali utilizó lo que tenía a mano para añadir humedad al
plato: una cremosa sopa de tomate concentrada, con sabor a especias, que tenía
hirviendo a fuego lento, después lo roció con yogur. El nuevo plato gustó tanto
al conductor, que volvió al restaurante durante años, llevando consigo a sus
amigos y familiares.
Así, parece ser, nació el Tikka Masala Chicken.
No existe una versión absoluta del Tikka Masala, ya que los
ingredientes cambian según el cocinero. Las escamas de chile, semillas de
cilantro, comino, fenogreco, pimienta negra y el Amchur, son las especias que
suelen encontrarse en las mezclas.
En algunas recetas se incluyen Garam o Tandoori Masala,
ácido cítrico y algunas cosas más. Yo no soy partidario de utilizar unas
mezclas de especias para elaborar otras, ya que al final, no tienes un sabor y
aroma puros, si no una miríada de perfumes inespecíficos y un sabor complejo a
no se sabe muy bien qué. El punto anisado de estas mezclas se lo proporciona le
anís estrellado, mientras que la nota ácida se lo da el Achiote.
Hoy en día el Tikka Masala sigue siendo el curry más popular
de muchos restaurantes hindús. Es muy suave, pero lleno de sabor aromático, y
si se cocina con nata o yogur resulta un plato realmente suntuoso.
Aunque funciona mejor con pollo, se puede utilizar con
cualquier otra cosa, verduras, tofu o paneer.
Para un toque extra de lujo, añadir una cucharada de
almendras molidas al final de la cocción.
Un poco de arroz basmati y pan Naan para mojar la salsa, y
listo.
Ingredientes:
4 Cs[1] Chile
rojo en escamas, 1 Ud[2] Chile
Guajillo (desprovisto de venas y pepitas), 1 Ud Anís estrellado, 2 Cs Jengibre
molido, 2 Hojas de laurel, 1 Cs Ajo molido, 2 Cs Comino, 2 Cs Páprika, 1 Cs Fenogreco,
1 Cp[3] Nuez
Moscada, 3 Cs Cilantro, 2 Cs Cardamomo verde, 1 Cs Pimienta negra en grano, 1
Rama de Canela, 1 Cs Alcaravea, 1 Cs Semillas de amapola, 1 Cs Semillas de
hinojo, 1 Cs Macis, 1 Cp Clavo de olor, 2 Cs Cúrcuma, 2 Cs Semillas de mostaza marrón, 1 Cs
Achiote, 1 Cs Amchur.
Proceso:
Las cantidades de cada ingrediente son algo muy personal,
aconsejo ajustar la mezcla según los gustos, teniendo en cuenta la presencia de
todos los ingredientes en la textura y aromas.
Es importante eliminar cualquier rastro de humedad en granos
y semillas.
Tostar en una sartén las especias entre 2/5 min., a
excepción de las molidas, que se añadirán cuando la mezcla este templada. De
este modo conseguiremos potenciar los aromas y sabores de la mezcla.
Dejar enfriar unos pocos minutos.
Majar en mortero de piedra o moler con molinillo manual.
Mantener a ser posible en lugar fresco, seco y oscuro.