Thai Yellow Curry Paste

Tailandia, tierra de vibrante cultura e impresionantes paisajes, descrita poéticamente como “Land of Smiles", Tierra de Sonrisas, por el significado cultural de la sonrisa que está profundamente arraigada en la sociedad tailandesa y se utiliza en diversos contextos sociales, no sólo como muestra de felicidad, sino reflejando los valores tailandeses de respeto, cortesía y armonía, y utilizado a menudo para mantener la paz y evitar conflictos.


Su belleza se refleja en los tonos dorados de sus templos budistas que se mezclan con la bulliciosa vida urbana, el sereno verde esmeralda de los arrozales, sus islas espectaculares, y las aguas turquesas de sus playas, todo ello entretejido con el rico tapiz de las tradiciones tailandesas y una arraigada espiritualidad.

Los ecos del pasado resuenan a través de vibrantes festivales, intrincadas danzas y antiguos rituales que celebran la identidad cultural única de Tailandia. 

Además de todo esto, su deliciosa gastronomía es un reclamo notable que hace que el sector turístico desempeña un papel importante en la economía tailandesa.

La cocina tailandesa es conocida por sus sabores intensos y equilibrados, resultado de la combinación de dulce, salado, ácido, amargo y picante. Los platos suelen incluir arroz, fideos, leche de coco, cilantro, soja y diversas hierbas y especias, destacando entre todas sus elaboraciones los variados y maravillosos curries.

Los curries se elaboran con unas aromáticas mezclas de productos frescos, las cuales, una vez sofritas con un poco de aceite, liberan los aromas y sabores de los ingredientes sabiamente combinados, y que varían, como muchas otras recetas ancestrales, dependiendo de la zona o la familia que las elabore.


La pasta de curry tailandesa, llamada "Phrik Gæng" es un ingrediente básico de la cocina tailandesa, y es diferente a las pastas de la India en cuanto a ingredientes y perfil de sabor, por lo que no se debería sustituir una por otra, si lo que se desea es ser fiel a los sabores de esta cocina en particular.

Hay una amplia lista de pastas de curry en Tailandia, de diferente color, intensidad, acidez y sabor, con las que se prepara una extensa variedad de sabrosos platos. Entre algunas de sus más aplaudidas elaboraciones, la pasta de curry amarillo es, sin duda, una de las protagonistas.

La Thai Yellow Curry Paste se conoce localmente como "Phrik Gæng Karee" เครื่องแกงเหลืองไทย, y empieza como muchos otros currys tailandeses, es decir, con una Phrik Gæng, o pasta de curry, utilizando muchos de los ingredientes de otras Curry Pastes: chiles, lemongrass, ajo y chalotas, pero, ya que por lo general contiene menos chile, el resultado es más suave en cuanto al picante, lo que permite que brillen sus dos ingredientes distintivos: la cúrcuma fresca y un Curry Thai en polvo, siendo así la variedad adecuada para servir a los neófitos en la degustación de curries, aunque sigue siendo una experiencia atrevida.   

El curry en polvo es rico en especias cálidas, gracias al cardamomo tostado, la canela, la nuez moscada, el comino y el cilantro. La cúrcuma fresca aporta un amargor herbáceo, sabroso y terroso a la pasta, junto con su brillante color amarillo anaranjado, que se acentúa con la cúrcuma molida del Curry Thai

También suele llevar galanga, jengibre, comino, pasta de gambas, que le aporta umami y azúcar moreno, lo que hace que al compararlo con otros currys tailandeses, éste suela ser más dulce. Sin embargo, el tipo de chile utilizado depende del curry, y de si es seco o fresco, rojo o verde.

El sabor especiado del Phrik Gæng Karee se asemeja más a una pasta como la Massaman, con sus notas cálidas, que al sabor fresco del Phrik Gæng Khiao Waan, una exquisita pasta de curry verde.

La pasta también se utiliza para hacer el caldo de curry de coco para el Khao Soi de fideos al estilo del norte. Puede utilizarse como aliño o adobo para brochetas de Satay o combinarse con crema de coco y usarse en guisos de pescado.

Para hacer la pasta de forma tradicional, una vez preparados individualmente todos los ingredientes, se mezclan lentamente y se machacan hasta formar una pasta en un mortero de granito. Este sencillo método lleva tiempo para conseguir una pasta fina, pero puede sacar el sabor aromático y sabroso natural de todas las hierbas y especias.

Ingredientes:

1,5 Cm Raíz de Galanga, pelada y cortada, 1 Tallo de Lemongrass fresco, cortado fino, 2 Uds[1] Chalotas cortadas en tozos pequeños, 4 Dientes de ajo, machacados, 1 Puñado de raíces de cilantro fresco, finamente picadas, 1,5 Cm Raíz de Cúrcuma fresca pelada y finamente cortada, 4 Uds Chiles rojos thai, cortados en rodajas, 4 Hojas de Lima Kaffir, finamente cortada, 1 Cs[2] Semillas de Comino, tostado, 1 Cm Jengibre, pelado y cortado en trozos, 1 Cs Coriandro, tostado, ½ Cp[3] Clavo de olor, tostado, ½ Rama de canela, 1 Cs Thai Curry Powder, 2 Cp Pasta de camarones tailandesa, 2 Cp Azúcar moreno, 2 Cp Salsa de pescado, 2 Cp Ralladura de coco, tostado, 2 Cp Aceite vegetal, 1 Cs Sal gruesa.

Procedimiento:

Tostar las semillas de comino, coriandro, el clavo y por último el coco, en una sartén, a fuego medio, hasta que se vuelvan fragantes, y adquieran un bonito tono dorado. Dejar enfriar. Reservar.

Pasar a un mortero de granito, majar.

Ir añadiendo el resto de ingredientes, junto con la sal, poco a poco, para facilitar la molienda de éstos.

Incorporar por último la paste de camarones y la salsa de pescado.

Majar hasta obtener una mezcla homogénea, añadiendo poco a poco el aceite hasta conseguir una pasta untuosa y aromática.

Pasar a un envase hermético y guardar en la nevera.

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[1] Uds: Unidades

[2] Cs: Cuchara Sopera

[3] Cp: Cuchara de Postre